De los que no cambian es el reino.

Me pasé toda la adolescencia haciendo listas. Escribí todas las cosas que me gustan, todo lo que me agrada, todo lo que amo, todo lo que odio, todo lo que soporto a medias, todos mis deseos de fin de año, todas las razones porque me sacaba el pelo, los pro y los contra de tener un perro, las mejores películas, las peores canciones, las mejores manías, y también, todas las características que debía reunir una chica si no quería morir en el intento de ser joven.

Me gustaban las canciones italianas de los 70s, me agradaba ver Friends, amaba las películas, odiaba a gran parte del preuniversitario, soportaba a medias la idea de no saber que hacer cuando adulta, como deseo de fin de año anhelaba encontrar a un hombre obsesionado por las películas, me sacaba el pelo porque me aburría, el pro de tener un perro era el movimiento de cola cuando llegabas y el contra, era tener que bañarlo, la mejor película era Lolita, la peor canción era Lazy de Suede, la mejor manía era no poder dormir sin antes haber revisado cinco veces que todo estuviera bien apagado y la característica principal que debía tener una chica en su intento de ser joven y no morir en el intento era ser misteriosa.

Hoy me siguen gustando las canciones italianas de los 70s, Friends, mas que agradarme, me encanta, amo las películas, me gusta mucho el lugar donde trabajo, todavía no se que hacer con mi vida (aunque ya soy adulta), encontré a un hombre obsesionado por las películas, me saco el pelo por el placer de tener el poder sobre el mundo de la cabeza, el pro de tener un perro es la felicidad de tener un perro y el contra será eternamente tener que bañarlo, Lolita es una obra maestra, la peor canción es la que no te produce nada en la espalda, no existe mejor manía, porque las manías son malas y punto, y la característica que debe tener una chica en su intento de ser adulta joven y no morir en el intento es y será conservar gran parte de la esencia de todo lo bueno que fue cuando joven.