lunes, 30 de enero de 2012

La única vez que hablaré de esto.


Creo que la mejor manera de protestar frente al mundo es no teniendo hijos. Imagínate un mundo en que no hubieran más nacimientos. Imagina la histeria que se provocaría entre los altos mandos. La gente comenzaría a morir y la Tierra comenzaría a quedar vacía. Sería horrible, lo sé, pero a veces el camino hacia la belleza se consigue soportando un poco de dolor. Ha quedado comprobado que con las marchas se consiguen cambios momentáneos, pero que el cambio de raíz no se logra jamás. Grupos de Facebook, toma de colegios, protestas, paros escolares ¿y a qué llegamos? Ustedes lo saben mejor que yo. Yo sólo pienso que el sacrificio y la protesta debe ser radical.
Se que no faltaran los que digan: Pero los niños pueden lograr cambios. ¡Por favor, déjenle ese idealismo a los poetas!
Los 80s, los 90s y al final la vida sigue igual (¡Hey!)
Se que me intoxico el cuerpo con píldoras del día después, anticonceptivos, y que los atrasos son el peor miedo al que me puedo enfrentar, pero también tengo la seguridad de que este no es el mundo en el que la gente debería vivir, y que torcer la mano de la naturaleza es la mejor opción por el momento.
Por el momento mis legados serán otros. Déjenle los hijos a los hippies, el instinto maternal pueden enfocarlo hacia otras áreas: dando la vida entera en ayudar, por ejemplo.

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