Never let me go.

Podría decirte que es una película increíble, pero estaría lejos de expresarte lo que realmente sentí. Podría ocupar el tan utilizado cliché "es una obra maestra", y claro, calzaría mas con la definición que se le puede dar a Never let me go, pero se que algo faltaría. Creo que lo mejor es que te diga que me enamoré de esta película y quizás así me logres entender. Sí, te diré eso, y tu pensarás que estoy loca, pero yo te diré que Never let me go me tomó, envolvió mi alma y me hizo sentir en las nubes, y si eso no es amor ¿qué es?

Personas que han sido creadas únicamente para donar sus órganos, y que aunque el resto piense lo contrario, sienten igual que los que fuimos creados para vivir y morir de viejos. Personas que aman, sueñan y piensan como tu o como yo, pero que han crecido con la absoluta convicción de que no llegaran más allá de los 25 años de vida y lo aceptan sin reclamos. Personas que acatan su destino y no hacen, ni pueden hacer, nada por evitarlo, pero que el alma se les desgarra de la misma manera que al resto de los mortales. Ya llegados a la adultez, todos pensamos en lo corta que es la vida, pero no nos desesperamos, ya que siempre existe la idea de que aún nos quedan muchos años mas, ¿pero que siente una persona que sabe que la vida es realmente corta y que existen nulas esperanzas de extenderla? De eso habla Never let me go, y también, del amor, de la amistad y de la sensación de que no existió la cantidad de tiempo necesaria para lograr ser felices de verdad.