Positividad.

Me carga la política.

Me cargan los helados de agua.

Me carga la palta NO-HASS.

Me carga tomar once.

Me cargan los televisores con NO-TVCABLE.

Me carga trabajar hasta las 19.00 PM.

Me carga el jugo en polvo sabor: Frutilla, Chirimoya, Naranja-Plátano, Sandía, y también esas bebidas de colores fluorescentes y que son dirigidas al publico: infanto-juvenil.

Me carga que la gente con pies feos los muestre.

Me carga esa gente que se enoja si la comida no tiene carne.

Me carga la gente que se endeuda solo por el afán de que sus hijos parezcan adinerados.

Me carga tener la absoluta seguridad de que jamás en la vida conoceré Tokio.

Me carga la gente que aprende lecciones de lo malo que le ha sucedido en la vida.

Me carga que las mujeres nos hayamos nacido lampiñas por naturaleza.

Me carga la gente que perdona infidelidades y las justifica.

Me carga la gente que se cree psicóloga y da horribles consejos.

Me carga el comino NO-EN POLVO.

Me carga que la gente endiose tanto las empanadas de pino.

Me carga la carbonada.

Me carga la gente que mira mal a las mujeres que comen mucho.

Me carga la gente que separa la comida y deja las orillas del plato llenas de verduras.

Me carga la gente que no gusta de cocinar.

Me carga la gente que tiene tiempo libre y lo ocupa en pasarlo encerrado conectado a Internet.

Me cargan ciertas películas surrealistas que no tienen pies ni cabeza.

Me cargan los humoristas que hablan de las partes prohibidas.

Me carga cuando la gente no entiende mis problemas y tengo que explicarlos como si fuera profesora.

Me carga cuando le hago cariño a mis perros y me doy cuenta que padecen de "bichos".

Me carga que la gente me mire.

Me carga ser flaca y seguir encontrándome gorda.

Me carga la gente que estudia carreras muy estupendas, pero jamás se sientan a pensar que nunca encontraran trabajo.

Me carga la gente que nunca vio Candy Candy y no entiende cuando hablo de Terry y las cosas sucedidas en el prestigioso colegio San Pablo.

Me carga que la gente, en el afán de acortar todas las palabras, en vez de decir Colectivo digan "Coleto".

Me carga cuando preparo deliciosos manjares aliñados con sal marina y la sal no se derrite.

Me cargan las canciones de moda, porque todos hablan de ellas y yo no las conozco.

Me carga la gente a la cual no le gustan los animales, siendo que los animales no han provocado guerras mundiales, bombas nucleares, abusos sexuales ni masacres en colegios.

Me carga la gente que por ver una que otra peliculoide se tilde de cinéfila.

Me carga la gente que dice ser experto en música y todo lo que escuchan es aburrido y sin sentimiento.

Me carga la gente que vive cambiando de estilo: Un día hippie, un día pop, un día vintage, un día no sé qué.

Me carga la gente que ama comer dulces. No me dan confianza.

Me carga la gente que no siente ataques de amor y sentimientos extremos.

Me carga la gente que no cree en el matrimonio.

Me carga la gente que no entiende que la mejor manera de ser revolucionario es no teniendo hijos.

Me carga saber que todo lo rico está compuesto por cerebros, grasa y trozos de hueso.

Me carga la mayonesa casera.

Me carga ser tan pobre.

Me carga la gente que está llena de proyectos.

Me carga la gente que nunca tuvo un periodo distorsionado.

Me carga cuando sirven cazuela y el trozo de carne está lleno de grasa y nervios.

Me carga andar en metro.

Me carga la gente que todo el día está conectado con su celular.

Me carga la gente que padece de adicciones estúpidas: Adicción al Internet, adicción a la Coca Cola, adicción a hacer deporte, por ejemplo.

Me carga el final de Casablanca.

Me carga sufrir tanto con las series de televisión.

Me carga la gente escrupulosa.

Me cargan los sábados a las 7 de la tarde. Creo que no existe hora más triste que esa.

Me carga amar tanto el cine, tanto los libros, tanto los pájaros, pero escribir todo el día sobre proyectos inmobiliarios.

Me carga que los días a veces sean tan largos, pero que la vida se me haga tan corta.

Pero igual soy feliz.