jueves, 9 de febrero de 2012

La virginidad.


En el colegio de monjas la palabra "Virginidad" estaba prohibida. Era una facultad que se conocía, se cuidaba, se anhelaba (en ciertos casos) conservarla y (en el mayor de los casos) perderla, pero no se pronunciaba. Por el contrario ocupábamos una palabra que, aplicada al contexto, creo que sonaba diez mil veces peor: La flor.

Las monjas nos decían que "La flor" tenía dos misiones en el mundo: conservarse hasta la muerte o ser entregada después del matrimonio por la iglesia, y que quien no se rigiera por esas leyes iba arder en el infierno.

El tema era un verdadero tabú entre nosotras. A pesar de estar bastante crecidas, a todas les daba vergüenza siquiera mencionar su postura frente al tema. Hablábamos de los besos, el amor, los periodos de locura (en ese entonces la palabra ponceo no existía)y la universidad, pero nadie comentaba si le habían tocado alguna de "las partes" o si le había entregado la flor a algún estudiante del colegio de curas.

Un día en consejo de curso la hermana Ana María propuso hacer un debate. Nuestros consejos de curso tocaban cualquier tema, menos, el curso. El debate sería: La perdida prematrimonial de la flor, y aseguraba polémica. La monja, creyendo que todo el curso era partidario del celibato, dijo que nos dividiríamos en dos grupos y propuso que las partidarias de mantener la flor hasta el matrimonio por la iglesia se pusieran a un lado y las no partidarias, al otro. Eramos 45 y 43 se pusieron en la fila en contra y 2 en la fila a favor.
Cuando la hermana Ana María, desencajada por la decepción, comenzó a pedir argumentos en contra, recuerdo con un leve dejo de timidez la osadía que se apoderó de mi equipo. Lanzaban todo tipo de argumentos e inclusive las más romanticas lanzaban frases de índole: "Es la mayor demostración de amor", frases a las que la monja, actuando de moderadora, contestaba: Existen otras maneras de manifestar los sentimientos sin poner la flor de por medio. Pero mi equipo estaba como poseído y no entendía razón.

Hasta que hablaron las chicas a favor.

No sé si actualmente D. y T. siguen tan puras, pero en ese entonces lanzaron un festival de frases pro castidad dignas de premiación. Yo estaba sencillamente fascinada. Ya por esos años el conflicto me cautivaba y mientras más cosas decían, mayor era mi alegría por saber el horror que se avecinaba. La monja todavía no se calmaba completamente, hasta que T. mirándonos a todas las pecadoras, con su delicadeza nos dijo (lo recuerdo como si fuera hoy):

"Haber, hay algo que no entiendo, si se entregan de esa manera a sus parejas ¿cual va ser el regalo que les van a hacer a sus maridos? La virginidad (por fin alguien lo mencionaba), tal como lo dice la hermana, es una flor, y como flor que es, debe cuidarse. ¿De que sirve una flor marchita o sin pétalos? No sirve de nada. Y eso van a pensar sus maridos de ustedes; que no sirven para nada. La flor se guarda en un cofre y el único que debe tener la llave para abrirlo debe ser el futuro marido de ustedes. Yo opto y optaré siempre por mantener mi flor en un cofre de madera, porque de vidrio no sirve demasiado (que picara que fue esa frase), allá ustedes si anhelan que nadie quiera recibir el pedazo de flor que les va quedar para entregar".

Mi equipo comenzó a gritar de la risa, varias le dijeron: ¿y tu futuro marido guardará su flor bajo siete llaves?, la cabra se anduvo sintiendo humillada, yo no sabía que decir porque era una pacata con extraños "pensamientos", de la sala de al lado nos pedían silencio, pero la hermana Ana María se sentía en la gloria. Doy mi vida asegurando que fue el mejor día de su vida: Había logrado que el espíritu de la flor invadiera la cabeza de T. y eso era un enorme merito en el año 2003, donde la invasión de las tribus urbanas estaba por venir y el termino "sobajeo" conocería su mayor minuto de fama.

2 comentarios:

  1. Nos ha encantado tu blog! Totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver! Un 10!! Te invitamos a que visites el nuestro, a ver que te parece. Saludos.

    Wherever the Sunset is

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  2. Ok. muy buena entrada. se nota que escribes artículos jaja. un beso.

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