sábado, 21 de enero de 2012

Los derechos de autor de tu persona.


Nunca he sido una persona ególatra, es más, hasta acá he publicado todas las veces que he tenido que ir a terapia para subir el autoestima, sin embargo, cuando he sorprendido a alguna persona manifestando cualquier tipo de imitación de mi persona (como escribo, como me visto, mis bromas, etc), en vez de sentirme alagada, me viene una especie de rabia y una tristeza que no logro describir.
Me resulta imposible interpretar el acto de "ser imitada" como un acto inocente y gracioso, quizás si la imitadora fuese una niña pequeña no habría problema, pero que alguien mayor de 18 años se sienta con el derecho de imitar y robar las ideas y/o conocimientos que una persona ha reunido a lo largo de su vida, me parece horrible. Es como si tomaran todo lo que eres y lo pusieran en otro cuerpo.
Hay inspiraciones, claro está, pero hay imitaciones tan descaradas, que siento que es casi como si alguien robara los derechos de autor de todo lo que eres y se sintiera con el derecho de utilizarlos a su real antojo. Tus palabras, tu modo de vestir, tus sueños, tus expresiones, la evolución de lo que fuiste cuando niña, y tantas cosas más, ahora siendo utilizadas por alguien que ni siquiera te estima (porque no me imagino estimando a alguien y apoderándome de lo que le pertenece únicamente a ella). Yo no sería capaz de hacérselo a alguien, en serio, les juro que no.

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